Me siento perdida, estancada y sin esperanza de vivir la vida que tanto quiero
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Sientes que todos avanzan, que la vida de los demás todo parece ser más “fácil”. Tu vida es un bucle y ahí te sientes atrapada. No importa que tanto te esfuerces, la vida, el universo o Dios, están muy ocupados para estar a tu favor, es lo que sientes. Todo esto te lleva a sentirte agotada, frustrada y decepcionada contigo misma. Te castigas constantemente por no estar en el lugar, que “se supone” que tenías que estar. Te pregunto, ¿Todo eso que tanto quieres depende de ti?
No estás perdida, te has convertido en una persona adulta y ahora eres consciente de que todo aquello que antes querías no es tan fácil de conseguir como creías. Y aunque nos aferramos a lo que queríamos, a veces necesitamos hacer pausa para mirar nuestras opciones, que de seguro tienes más opciones, solo que ahora no puedes verlas.
Todos a lo largo de nuestra vida pasamos por crisis existenciales, esa sensación de sentir que necesitamos hacer algún cambio en nuestra vida y no sabemos por dónde empezar. Las crisis existenciales nos permiten movernos, porque nos recuerda que los lugares donde nos encontramos ya no encajan con lo que queremos o necesitamos. Y moverse siempre requiere miedo, incertidumbre y desconocimiento. Y esas emociones son válidas de sentir y sostener, por más incómodas que sea el habitar con ellas.
Si te sientes estancada observa todo lo que has avanzado y analiza donde te encuentras. Cuando alguien se pierde en un bosque lo más recomendable, es que haga pausa y marque el lugar con algo, para cuando vuelva a pasar, pueda reconocer el lugar y saber cuál es el nuevo camino que debe seguir.
De seguro creerás que eres la única persona en el mundo que se siente atrapada y que su vida no avanza. Esto es más común de lo que te puedas imaginar. A veces tenemos que reescribir lo que queremos para nuestra vida. Tienes derecho a hacerlo, no te castigues con la culpa por no poder sostener algunas cosas en tu vida.
Sé que este sentimiento puede ser muy devastador, recuerda que tus emociones o sentimientos, tienen el poder que tú decides darle. Lo que piensas no es positivo, ni negativo, tu relación con lo que sientes es lo que va a determinar cómo vas a poder sostener esos pensamientos.
La vida no es una competencia, no siempre se puede e incluso se quiere avanzar. A veces toca hacer pausa, para escucharnos, para agradecernos todo lo que hemos conseguido. Poco o mucho, de seguro tienes muchos logros esperando que aprendas a reconocerlos, hazlo.
Tienes una ventaja y es qué solo tú puedes diseñar la vida que quieres para ti. Nadie más, claro, eso implica romper con esos patrones donde otros han establecido la vida que ellos creían que tú tenías que vivir. E incluso eso a veces se convierte en un caos, porque eso requiere ser conscientes de que a veces nos sentimos perdidas porque nos encontrábamos viviendo una vida, donde nosotras no éramos las protagonistas.
¿Qué significa para ti sentirte atrapada o perdida en tu propia vida?
Mayormente cuando alguien dice que se siente perdida, está hablando de todas las emociones que hay detrás; frustración, decepción, culpa, tristeza, dolor, angustia, miedo, incertidumbre, sentimiento de fracaso. Y esas emociones cuando no sabemos gestionarlas, nos ahogan. La sensación de sentir que nuestra vida no avanza nos puede llevar a creer que nos encontramos atrapados en una jaula, que nada y nadie podrá sacarnos de ahí. Nadie te va a salvar, esa tarea solo te pertenece a ti.
No es verdad que ya no tengas libertad y mucho menos que no tengas recursos para construir una vida placentera, rica y llena de cosas bonitas. Quizás eso no lo vas a conseguir sola y es lo bonito de la vida, a veces necesitamos apoyarnos en algunos lugares, buscar ayuda en otras personas.
Sentirnos estancados, es aterrador. Porque creemos que la vida está pasando y no podemos disfrutar de ella.
Estás pasando por una crisis y no es eterna, es temporal. Será temporal si aprendes a ocuparte de ella.
Algunas personas aprovechan esas crisis para hacer cambios, moverse, apostar por sus sueños. Para reescribir la vida que ahora en adelante quieren de verdad vivir. Otras personas, sin embargo, se quedan atrapados en las quejas constantes, sienten que avanzar para ellos, es algo imposible. Y que la vida para ellos ha sido injusta.
Esta sensación te puede hacer sentir:
· Emocionalmente te encuentras bloqueada, no hay luz, todo es oscuridad.
· Que eres una fracasada.
· Que no vale la pena intentarlo. ¿Para qué, si ya sabes los resultados?
· Que tienes mala suerte y que es imposible que te pasen cosas bonitas.
Pregúntate ¿Por qué sientes que estás perdida?
Si comenzamos a compararnos podemos caer en un juego peligroso. Porque siempre te vas a encontrar con personas que se encuentran en MEJORES situaciones que tú. La vida no siempre es justa. Nos sentimos así, porque lamentablemente estamos viendo otra realidad de nuestra vida, no es todo lo que creíamos que tenía que ser. Y eso te priva de la sensación sentir otras emociones que son agradables de sentir.
El hecho de no tener la vida que tanto querías para ti no significa que hayas fracasado y que no tienes más oportunidades para seguir. Mientras sigamos respirando, tendremos más oportunidades para seguir. Y si esas oportunidades no se encuentran en tu contexto, muévete de lugar, lo sé a veces no es fácil, pero a veces ese lugar de limitaciones se encuentra en nuestra cabeza.
Analiza qué hay detrás de esa desmotivación, porque es una emoción que se instala y a veces no se va, porque la retenemos y comenzamos a entretenernos con ella. A veces aquellos sueños que no se pudieron materializar son sencillamente mandatos sociales que no encajan con nuestra realidad de como ahora vemos la vida.
Libérate de esos pensamientos
Lo que piensas no es una realidad de quién eres.
Te liberas de esos pensamientos, respetando lo que sientes. Y recordándote que puedes tener otros pensamientos.
Confrontación de pensamientos. Ejemplo: Cuando te sientas que no lo vas a poder conseguir, recuerda esas cosas del pasado que has podido superar. Habla con tu mente y dile: gracias por la información que me estas dando, pero, ahora no me quiero entretener con esa información. E incluso, dile a tu mente, me estás diciendo lo peor que me puede llegar a pasar, háblame también del mejor escenario.
Liberarse no significa eliminar o huir de lo que estás sintiendo, más bien, es no sentirte prisionera de tus pensamientos intrusivos.
En resumen
Si sientes que no estás avanzando, busca ayuda de un mentor, psicólogo o un familiar y mira desde otro lugar la realidad de tu situación.
No hay prisas, a veces no vas rápido, sencillamente quieres alcanzar el ritmo de las personas que van en otra dirección que tú, en la vida.
Tienes derecho a romper con los patrones de siempre y crear una nueva vida, donde tú, tus valores y tus sueños puedan encajar.
La vida no es estática, cambia en muchas ocasiones. Lo que antes querías para ti, quizás no significa que sea lo que necesitas en estos momentos para poder seguir.
Tus sueños, se pueden poner en pausa, tu salud mental, no.
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Alexa Dacier
Psicóloga online
Terapeuta sexual y de pareja
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