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Dejar ir.

Dejar ir es saber avanzar con menos cargas en la vida.

Hola amigos de seguimos, hoy vamos a hablar de la importancia de saber avanzar en la vida con menor cargas emocionales. A veces cuesta dejar ir cosas o personas que no suman ningún valor en nuestras vidas, eso muchas veces se hace difícil porque no somos conscientes de qué cargas llevamos con nosotros.

Dejar ir es cerrar ciclos, es dejar cada cosa y persona en el lugar que debe estar, es darnos la oportunidad de avanzar en libertad, en libertad emocional. Perdonar y perdonar va mucho más allá de aceptar, perdonar es darnos la libertad de reconocer que otros pueden fallar, porque nosotros también sabemos fallar.

Dejar ir es saber ser consciente de todo lo que nos pasa, es saber reconocer que no podemos atar a nuestra vida nada que nos haga ser infelices. Y somos buenos en dejar que esto se repita en nuestras vidas porque creemos que no somos merecedores de algo mejor.

[bctt tweet=”No te quedes con aquellas cosas que no te hacen ser feliz, no te pertenecen.” username=”alexadacier”]

Dejar ir es saber acariciar el presente y estar más que convencidos de que el ayer ya no nos pertenece, que es necesario  dejar de estar tanto tiempo en el banquillo del qué pasará.

Dejar ir es saber cortar vínculos, renunciar a cosas y personas que no nos permiten avanzar, ya que son cargas emocionales que nos permiten vivir la vida de una manera más ligera.

Dejar ir es saber liberarse, avanzar sin cargas y asumir que la vida todo está divido en etapas, que quedarnos en el ayer es no vivir en el ahora, es reconocer que aquellas cosas que no pudimos controlar en el ayer no lo podemos controlar en el ahora.

Dejar ir es abrir nuevas oportunidades en nuestras vidas, oportunidades de dejar que otras cosas y personas nos llenen la vida de calidad y buenos momentos.  Sabemos que muchas de esas cosas de las que veces se nos hace difícil despegarnos  en su momento nos hicieron felices, muy felices. Y por una situación rara de la vida se convirtió todo en tragos amargos que se hacían difíciles de digerir. De esas cosas raras que no podemos y no necesitamos buscarle explicación porque solo nos queda la tarea de saber asumir.

Dejar ir no es fácil, para nada lo es. Es abandonar en ocasiones cosas que conocemos, personas que aunque nos lastimen han dejado pequeños filamentos de felicidad en nuestra vida.

Dejar ir siempre será un viaje interior, un viaje de navegar dentro y ser conscientes de tantas cosas que desconocemos de nosotros, mirar nuestras imperfecciones para asumir la tarea de hacer cambios, porque dejar ir siempre será la mejor oportunidad para organizar cosas en nuestras vidas.

  • Pasos para dejar ir y no morir en el intento:

  • Acepta: aceptar es un término que se aplica en muchas cosas de nuestras vidas, y es que ante muchas cosas que no podemos cambiar solo nos tocará la tarea de aceptar y aceptar. Lo que no pudimos controlar es solo eso, algo que no pudimos controlar.

Tienes ahora un presente, intenta enamorarte de todo lo que te pasa en el ahora, intenta ver el ahora como una oportunidad de hacer cambios y de poder encontrarte con tu nuevo yo, tu yo del ahora, ese yo que con muchos golpes de la vida ha sabido avanzar. Porque a pesar de todo sabemos avanzar en medio de cualquier situación que sabe traernos la vida.

Date el permiso de enfadarte: llevar emociones reprimidas es lo peor que nos podemos hacer, las cosas que no se dicen en su momento saben pasar una factura que a veces no tenemos con que pagarla (Tristeza, dolor, enfermedades, ansiedad, etc). Enfádate y deja salir todo aquello que no te deja avanzar, enfádate, grita pero recuerda que esto no consiste en lastimar a nadie. Esto consiste en sacar y sacar en su momento oportuno las cosas que nos hieren.

  • Saber decir adiós: 

Saber decir adiós es crecer, es darnos la oportunidad de tomar consciencia de nuestra vida y no dejar que cualquiera persona adorne un lugar en nuestras vidas cuando no están aportando nada de valor.

[bctt tweet=”Decir adiós siempre será la mejor oportunidad de reencontrarnos con nuestra propia esencia.” username=”alexadacier”]

Dejar ir siempre será un proceso de duelo, un proceso de hacer cambios, de quedarnos en quietud y saber escuchar nuestro silencio en medio del ruido del dolor.

Decir adiós es despedirse y las despedidas siempre dejan algo de dolor en nuestras vidas, pero lo que no se corta de raíz suele ser una carga emocional que va en aumento con el pasar del tiempo.

  • Deja el pasado en donde debe estar, en el ayer:

Mientras más nos quedamos navegando en el ayer, más difícil se nos hará cerrar capítulos, y amigo mío el saber cerrar capítulos es querer avanzar y crecer, es darnos oportunidad de cambios.

El pasado no te pertenece, y no te diré la falsa creencia que tienen muchos de creer que el pasado es malo, noooo, el pasado para nada es malo, todos somos consecuencia de un pasado. Lo malo de esto, es que siempre vamos al pasado para repetir etapas dolorosas y acariciar cicatrices que gritan con locura que quieren ser sanadas.

  • Cierra círculos y abre nuevas oportunidades:

Tienes que darte la oportunidad de saber decir hasta aquí llego, hasta aquí permito dicha situación y hasta aquí mi vida deja de caer en el abismo de la infelicidad. Cerrar capítulos es abrir nuevos caminos en nuestro vivir, y decirnos que en medio de cualquier adversidad sabemos buscar fuerzas, quién sabe de dónde y asumimos el seguir, porque seguir siempre será el reto.

  • En resumen:

Los ciclos que no se cierran suelen repetirse y repetir heridas emocionales no nos ayuda a poder adaptarnos a los nuevos cambios. Vivir es la libertad de saber decir cuando es necesario aferrarnos a algo o alguien y de igual manera cuando darnos la libertad de dejar ir cosas y personas de nuestras vidas.

Saludos. 🙂 🙂

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Written by

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.