¿Por qué nos castigamos por haber estado en una relación tóxica?
Las relaciones tóxicas pueden tener un profundo impacto en nuestra vida, y uno de los efectos secundarios más comunes es la autocrítica y el autocastigo que a menudo sigue a la salida de una relación de este tipo. Con este post, quiero ayudarte a explorar qué hay detrás de esa manera de castigarnos y creer que somos las culpables de todo lo sucedido en una relación insana. Después de salir de una relación tóxica, es importante entender que lo único que necesitamos hacer es: TRABAJAR EN NOSOTRAS MISMAS PARA SANAR Y AVANZAR.
Vamos a entender un poco las relaciones tóxicas
Antes de profundizar en el autocastigo, es importante entender qué es una relación tóxica. Una relación se considera tóxica cuando causa daño emocional, mental o físico a una de las partes o a ambas. Estos tipos de relaciones suelen estar marcadas por patrones de manipulación, control, abuso emocional y, a veces, físico. Estar en una relación tóxica puede erosionar la autoestima, la confianza en una misma y la percepción del mundo que nos rodea.
Bendita culpa y vergüenza que llegan sin pedir permiso
Uno de los principales motivos por los que nos castigamos después de una relación tóxica es la culpa y la vergüenza. A menudo nos preguntamos cómo permitimos que la relación llegara tan lejos, por qué no vimos las señales de alerta, o por qué no salimos antes. Esta autocrítica puede ser muy dura y está alimentada por la creencia de que de alguna manera deberíamos haber sabido o hecho algo diferente.
La vergüenza es otra emoción poderosa que surge después de una relación tóxica. La vergüenza nos lleva a sentirnos defectuosos o insuficientes, y puede ser intensificada por el juicio externo y el estigma social asociado a las relaciones abusivas.
Las jodidas expectativas y el juicio lacerante
Las expectativas irreales sobre nosotras mismas y nuestras relaciones también juegan un papel importante en el autocastigo. Vivimos en una sociedad que a menudo idealiza las relaciones y espera que identifiquemos y evitemos las situaciones dañinas. Cuando no cumplimos con estas expectativas, tendemos a juzgarnos severamente.
Además, el autojuicio está influenciado por la internalización de las críticas y abusos recibidos durante la relación tóxica. Las palabras y acciones hirientes de una pareja tóxica pueden convertirse en una voz interna que continúa criticándonos y menospreciándonos, incluso después de que la relación haya terminado. Por favor, intenta no hacer réplica de lo que otros te dijeron y, mucho mejor, no seas el altavoz de creencias limitantes que no tienen nada que ver con quién eres o cuánto vales.
La trampa de la dependencia emocional
Las relaciones tóxicas suelen crear una dependencia emocional, donde la víctima se siente atrapada y dependiente de su abusador para la validación y el amor. Después de salir de la relación, la falta de esa fuente de validación puede llevar a una crisis de identidad y a una mayor autocrítica. La dependencia emocional también puede hacer que nos sintamos culpables por haber permitido que alguien tuviera tanto control sobre nosotras.
Conflicto para reconocer el abuso
A veces, es difícil reconocer que una relación es tóxica hasta que estamos fuera de ella. Las tácticas de manipulación, como el gaslighting (luz de gas), pueden hacernos dudar de nuestra propia percepción y juicio. Cuando finalmente nos damos cuenta de la realidad, es natural cuestionar cómo no lo vimos antes, lo que puede llevar a un intenso autocastigo. No eres tonta por no poder ver que tu pareja estaba ejerciendo un poder abusivo sobre ti. Amiga, por favor, no te castigues de esa manera. Nadie entra en una relación con la intención de permitir que le hagan daño.
Deja de sostener esas creencias negativas sobre ti
Las relaciones tóxicas pueden reforzar creencias negativas preexistentes sobre nosotras mismas, como “no soy lo suficientemente buena”, “merezco ser tratada así” o “soy defectuosa”. Estas creencias negativas se consolidan con el tiempo y se convierten en una parte integral de nuestra autopercepción. Salir de una relación tóxica puede activar estas creencias, llevándonos a castigar y culparnos por lo que hemos experimentado.
Sentir que no tienes apoyo o comprensión
A menudo, la falta de apoyo y comprensión de amigos, familiares o incluso profesionales de la salud mental puede intensificar el autocastigo. Si las personas a nuestro alrededor no entienden por qué fue difícil salir de la relación o minimizan nuestra experiencia, podemos sentirnos aún más aisladas y culpables.
Vamos a superar el autocastigo
Hazle espacio a la autocompasión: La autocompasión implica tratarte a ti misma con la misma amabilidad y comprensión que mostrarías a un amigo cercano. Reconoce que todos cometemos errores y que estar en una relación tóxica no es un reflejo de tu valor como persona. La autocompasión después de una experiencia negativa en una relación nos recuerda que brindarnos amor de nuestra parte es la mejor manera de sostenernos cuando a nivel emocional no estamos bien.
Sana tu diálogo interior: Trabaja en identificar y desafiar las creencias negativas sobre ti misma, y eso lo consigues cuando vas a tu diálogo interior. Pregúntate si estas creencias son realmente ciertas y busca evidencias que las contradigan. Reemplaza pensamientos autocríticos con afirmaciones más realistas y positivas. Tu diálogo interior sirve para sostenerte o para joderte; tú eliges con cuál quieres quedarte.
Puedes buscar dónde apoyarte: Hablar con amigos, familiares o un terapeuta puede ser muy útil. El apoyo externo puede proporcionar una perspectiva diferente y ayudarte a ver la situación de manera más objetiva. Los grupos de apoyo para sobrevivientes de relaciones abusivas también pueden ser una fuente valiosa de comprensión y validación.
Aprende a ponerte límites saludables: Aprender a establecer y mantener límites saludables es crucial para prevenir futuras relaciones tóxicas. Esto incluye reconocer y respetar tus propias necesidades y no tolerar comportamientos abusivos.
Céntrate ahora en ti: Utiliza esta experiencia como una oportunidad para el crecimiento personal. Reflexiona sobre lo que has aprendido y cómo puedes aplicarlo para fortalecer tu autoestima y relaciones futuras.
Practica el perdón: El perdón, tanto hacia ti misma como hacia la otra persona, puede ser un paso liberador. No significa justificar el comportamiento abusivo, sino liberarte del peso de la culpa y la ira. Perdonarse a una misma es una manera de sanar, liberarse y entender que no es justo castigarnos por el maltrato recibido en otros lugares. No lo hagas, no es justo.
Cultiva la resiliencia: La resiliencia es la capacidad de recuperarse de las dificultades. Practicar la resiliencia implica cuidar de tu bienestar físico y emocional, buscar actividades que te brinden alegría y satisfacción, y mantener una perspectiva optimista sobre el futuro.
Conclusión
El autocastigo después de una relación tóxica es una respuesta común pero dañina. Reconocer y entender las razones detrás de esta autocrítica es el primer paso para superarla. A través de la autocompasión, la reestructuración de pensamientos negativos, el apoyo externo y el enfoque en el crecimiento personal, podemos liberarnos de la culpa y la vergüenza, y avanzar hacia una vida más saludable y satisfactoria. Las relaciones tóxicas no definen nuestro valor como personas; lo que realmente importa es cómo nos recuperamos y nos fortalecemos después de ellas.
Con cariño, Alexa Dacier
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