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En las relaciones, a menudo surge una pregunta crucial: ¿mi pareja necesita sanar o necesita cambiar? Aunque ambas pueden parecer similares, son procesos muy diferentes que requieren enfoques distintos. La línea entre lo que significa sanar y lo que implica cambiar puede ser confusa, especialmente cuando los problemas emocionales y de comportamiento afectan la dinámica de la relación.

En este post, vamos a profundizar en estas dos dimensiones para ayudarte a comprender mejor qué es lo que realmente está ocurriendo y cómo abordarlo.

Sanar es un proceso que implica curar heridas emocionales o psicológicas que, por lo general, tienen su origen en experiencias pasadas. Es un viaje interno, a menudo doloroso, pero necesario para restaurar el bienestar emocional.

Las heridas que necesitan ser sanadas pueden venir de traumas pasados, relaciones familiares disfuncionales, pérdidas, abandonos o cualquier experiencia que haya dejado una marca emocional profunda.

Cuando tu pareja necesita sanar, es posible que veas señales de dolor no resuelto en sus comportamientos o actitudes. Esto puede manifestarse como inseguridades, miedo al abandono, ira reprimida o tristeza constante. En estos casos, no es que tu pareja esté fallando en comportarse adecuadamente, sino que está luchando con heridas internas que requieren atención y sanación.

Por ejemplo, si tu pareja tiene problemas para confiar, puede ser debido a experiencias previas de traición o abandono. Estas heridas del pasado pueden afectar su capacidad de entregarse plenamente a la relación actual. En este caso, el trabajo que debe realizar no está relacionado tanto con cambiar su comportamiento, sino con sanar esos viejos traumas que influyen en su vida emocional.

Cambiar, por otro lado, se refiere a la modificación de comportamientos, actitudes o patrones que afectan negativamente la relación o la vida personal de tu pareja. Mientras que sanar es un proceso interno y emocional, cambiar implica un esfuerzo consciente por parte de la persona para corregir algo que no está funcionando adecuadamente.

Cuando tu pareja necesita cambiar, lo que está en juego es su capacidad para modificar comportamientos insanos o destructivos que dañan la relación. Por ejemplo, puede que tu pareja tenga un hábito de ser controlador o manipulador, o que no respete tus límites emocionales. En estos casos, la necesidad no es solo curar una herida, sino también hacer un esfuerzo consciente para adoptar comportamientos más saludables y constructivos.

El cambio implica responsabilidad personal. A diferencia del proceso de sanación, que puede ser más pasivo y centrado en la recuperación emocional, el cambio requiere una voluntad activa y constante para mejorar. Esto puede implicar aprender nuevas habilidades, como la comunicación efectiva, o adoptar nuevas actitudes que promuevan el bienestar de la relación.

Saber si tu pareja necesita sanar o cambiar depende de observar cuidadosamente los patrones y problemas que están afectando la relación. A continuación, exploramos algunas señales que pueden ayudarte a identificar si es una cuestión de sanación o de cambio.

  • Reacciona de manera exagerada a situaciones cotidianas. Si tu pareja muestra respuestas emocionales intensas o desproporcionadas ante pequeños conflictos, es posible que esté lidiando con heridas emocionales no resueltas.
  • Arrastra traumas del pasado. Si tu pareja ha pasado por eventos traumáticos, como abuso emocional, pérdidas importantes o relaciones dañinas previas, puede necesitar sanar antes de poder estar completamente presente en la relación.
  • Muestra inseguridades profundas. Problemas de autoestima, miedo al rechazo o temor al abandono son indicativos de que las heridas internas están afectando su bienestar emocional.
  • Evita enfrentarse a sus emociones. Si notas que tu pareja reprime sus sentimientos, evita hablar de temas dolorosos o se cierra emocionalmente, puede estar necesitando sanar antes de poder avanzar hacia una relación más saludable.
  • Repite patrones destructivos. Si tu pareja sigue comportándose de manera irrespetuosa, manipuladora o abusiva, independientemente de su pasado, este es un claro indicador de que necesita hacer un esfuerzo consciente para cambiar.
  • No respeta tus límites. Si has expresado claramente lo que necesitas y los límites que deben respetarse, pero tu pareja sigue ignorándolos, el problema puede estar más en la falta de disposición a cambiar que en una herida emocional no sanada.
  • Promete cambiar, pero no lo hace. Si tu pareja siempre dice que cambiará, pero sigue cayendo en los mismos errores, es una señal de que está evitando hacer el esfuerzo necesario para mejorar.
  • No asume responsabilidad. El cambio requiere responsabilidad personal. Si tu pareja constantemente culpa a los demás o a las circunstancias de su comportamiento, puede ser que esté evitando enfrentar la necesidad de cambiar.

Si has identificado que tu pareja necesita sanar, el apoyo emocional será fundamental. Sin embargo, es importante recordar que no puedes “arreglar” a tu pareja. La sanación es un proceso individual que solo puede ser iniciado por la propia persona.

Algunas formas en las que puedes apoyar a tu pareja en su proceso de sanación incluyen:

  • Ser paciente y comprensiva. La sanación puede tomar tiempo, y es posible que haya recaídas emocionales. Mantén la empatía y el entendimiento mientras tu pareja trabaja en sus heridas.
  • Fomentar el diálogo abierto. Asegúrate de que tu pareja se sienta segura para hablar de sus emociones y experiencias sin juicio.
  • Animar a buscar ayuda profesional. Muchas veces, las heridas emocionales profundas requieren el apoyo de un terapeuta. Motiva a tu pareja a buscar ayuda si ves que lo necesita.

Si tu pareja necesita cambiar, es importante establecer expectativas claras y fomentar la responsabilidad. A diferencia de la sanación, que puede ser un proceso más delicado, el cambio requiere un enfoque más directo.

Algunas formas de apoyar el cambio en tu pareja incluyen:

  • Establecer límites claros. Es fundamental que le comuniques lo que necesitas para que la relación funcione y qué comportamientos no tolerarás. Los límites no son castigos, sino una forma de proteger tu bienestar emocional.
  • Reforzar la responsabilidad. Asegúrate de que tu pareja entienda que el cambio no es opcional, sino necesario para el crecimiento de la relación. Si sigue prometiendo cambiar pero no lo hace, debes ser firme en las consecuencias.
  • Fomentar el autocuidado y el desarrollo personal. Cambiar no es fácil, y puede requerir que tu pareja desarrolle nuevas habilidades emocionales y comunicativas. Apóyala en este proceso, pero no cargues con la responsabilidad de su cambio.

Es posible que, a pesar de tus mejores esfuerzos, tu pareja no esté dispuesta a sanar o cambiar. En ese caso, es importante reflexionar sobre tu propio bienestar. Si la relación se convierte en una fuente constante de estrés, ansiedad o dolor, es fundamental considerar si es saludable continuar.

Tu bienestar emocional debe ser una prioridad. Si la otra persona no está dispuesta a hacer el trabajo necesario para mejorar, podrías tener que tomar decisiones difíciles sobre el futuro de la relación.

Distinguir si tu pareja necesita sanar o cambiar es clave para entender cómo abordar los problemas en la relación. Ambos procesos son importantes, pero requieren diferentes enfoques. Mientras que la sanación es un proceso interno que lleva tiempo, el cambio implica un esfuerzo consciente y constante. Apoyar a tu pareja en cualquiera de estos caminos es noble, pero recuerda siempre proteger tu bienestar emocional. Al final, una relación saludable se construye cuando ambas partes están dispuestas a crecer y mejorar juntas.

Written by

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.